Muchas veces ocurre que somos turistas de otras ciudades o lugares de nuestro país o del extranjero y no conocemos nuestra propia ciudad. Porque este verano tus vacaciones son en casa o porque te gusta conocer la historia del lugar donde vives… Aquí te damos unas propuestas familiares de lo más divertidas. Viaja por tu ciudad.
Es bueno desarrollar en nuestros hijos la curiosidad e inculcarles un sentido de pertenencia al lugar en que vivimos. Esto lo podemos lograr a través de las experiencias y el conocimiento que adquieren al visitar lugares de interés. Que formen parte de la historia y patrimonio del lugar donde vivimos.
Sin duda, todas las ciudades tienen rincones por descubrir y sobre todo historias que contar. Vamos a darte las claves para conocer más en profundidad, esa ciudad que te rodea y que a veces pasa desapercibida en el día a día.
“Cálzate unas buena zapatillas…y a caminar”
Organiza a tu familia y/o amigos y conviértete en un gran aventurero o turista que va en busca de nuevos hallazgos o lugares con encanto.
Visita histórico-familiar
Os proponemos realizar una visita en familia. Con varias paradas, contar a vuestros hijos los lugares que forman parte de vuestra historia e incluso de la suya. Nos referimos al colegio e instituto donde estudiasteis, el parque donde jugabais de pequeños. O por ejemplo el lugar donde os conocisteis o donde iniciasteis vuestra historia de amor, donde vivíais cuando erais unos niños… Todos esos puntos del mapa que significan algo en vuestro álbum familiar.
Recursos gratuitos
Todos los museos de tu ciudad ofrecen unos días y horarios concretos en los que se pueden hacer visitas gratuitas. Hazte con una buena programación y ves conociendo poco a poco toda la cultura que existe cerca de donde vives.
También se pueden visitar los Parques de tu ciudad. Son parte de la cultura de tu ciudad y además tienen algo de naturaleza.
Ruta gastronómica
Seguimos con nuestro recorrido familiar pero esta vez realizando “paradas gourmet”. Busquemos esos lugares donde íbamos de pequeños con nuestras familias, o degustar los recuerdos de la infancia. “Recuerdo cuando mi abuelo me llevaba a comer esos bocados de bacalao tan crujientes”. Buscar los dulces típicos, las meriendas divertidas, las tapas del bar más antiguo de la ciudad, los sorprendentes platos del último bar de moda…En definitiva, conozcamos la ciudad a través de nuestro estómago y del recuerdo.
Mi ciudad de noche
Otra forma de conocer nuestra ciudad es cuando el sol se está poniendo. Hay que ir a buscar el punto más alto para poder apreciar la puesta de sol. Y seguidamente, cuando ya ha anochecido, sorprenderse de la iluminación de los edificios, los monumentos, el contraste con la ciudad de día. Los semáforos, las farolas…observar todos los elementos lumínicos. Otro de los puntos fuertes de las ciudades por la noche es la decoración e iluminación. Cuando vienen las Ferias o Festividades, todo el bullicio y la trasformación de nuestra ciudad en otra con más alma y mucha más vida.
Si te has identificado con el artículo, podrías contarnos algunas razones para conocer tu ciudad ¿Te animas? Viaja por tu ciudad.