Llevamos casi 20 años de este nuevo siglo y poco a poco vamos descubriendo que todo va cambiando, evolucionando hacia un sistema más digital, intuitivo y global.
Acorde con estos aspectos vemos que dentro de la educación se van creando nuevos paradigmas y formas de educar. Hablar de métodos como Montessori, Doman o Waldorf es importante pero son sistemas creados en el siglo pasado. Pero en las aulas de ahora, como en todo nuestro mundo, el aspecto digital está siendo cada vez más protagonista.
“La educación no es la respuesta a la pregunta. La educación es el medio para encontrar respuesta a todas las preguntas”. William Allin.
Por eso hoy os traemos una propuesta que engloba esta idea de una educación más participativa con ese toque más actual e interactivo: Flipped Classroom.
¿Qué es el Flipped Classroom?
Es un concepto de enseñanza mixta: parte presencial y parte virtual.
Mientras que la forma más tradicional de trabajar un conocimiento sería presentación de la teoría por parte del profesor, aclaración de dudas y alguna práctica. Además de una segunda fase donde el alumno, fuera del aula, trabaja ese conocimiento a través de más ejercicios y su estudio.
Este concepto trata de invertir dicho proceso, primeramente el alumno trabaja el conocimiento él mismo a través de videos o podcasts que el profesorado proporciona. Después el tiempo de la clase se utiliza para profundizar en más prácticas y un trabajo en equipo.
¿De quién fue la idea?
Dos profesores de químicas norteamericanos, Jon Bergmann y Aaron Sams, empezaron a compartir los videos de sus clases para los alumnos que por alguna razón no había podido asistir ese día. Entonces descubrieron que poco a poco esos videos se fueron viralizando y los alumnos asimilaban antes los contenidos porque habían visto u oído dichos podcasts.
¿Cuál es su fundamento?
“La implicación del alumno”, con esta frase se podría resumir el éxito de este método. La preparación de cada lección antes de clase y la posterior participación en una sesión más dinámica y práctica hace que el alumno integre más los contenidos. Más que ante una clase presencial donde se le explica los conceptos y luego los ejercita.
Ahora el profesor toma un papel más de orientador y acompañante, mientras que el alumno toma el rol más protagonista y responsable de su propia educación.
¿Qué promueve el Flipped Classroom?
Un alumnado más independiente, responsable y participativo que usa la tecnología (ya tan presente en nuestro día a día) como una herramienta más de su formación.
Y en relación al profesorado, promueve un perfil más actual, digital y dinamizador.
Una familia más implicada en el proceso del aprendizaje de los hijos.
¿Será la forma de enseñanza del futuro?
Eso no lo podemos saber, todavía no hay suficientes estudios científicos que así lo demuestren. Pero sí que es verdad que el modelo presencial y unidireccional tal y como conocemos ahora va cambiando hacia un modelo más interactivo y global.
La sociedad cambia, se regenera y con ella todo cambia.