Hoy en día, si un niño se comporta de una forma inesperada, se le hace una “marca”. Dicha marca o estigma es asignada por personas de su entorno que no tienen criterios para establecer dicho diagnóstico. Es bastante frecuente ver el estigma social en la escuela, sobre todo por parte de los compañeros, si el profesorado no está al tanto.
Erving Goffman acuñó el término estigma social, como el rechazo social por características o creencias que van en contra de las normas culturales establecidas.
El estigma puede dar lugar a la discriminación. La discriminación puede ser evidente y directa. Por ejemplo si alguien hace un comentario negativo sobre una situación o enfermedad mental. O también puede ser no intencional o sutil, como cuando alguien te evita porque eres impulsivo a causa de tu déficit de atención.
Algunos de los efectos nocivos que comprende un estigma
- Falta de comprensión por parte de familiares, amigos, compañeros u otras personas.
- Resistencia a buscar ayuda o tratamiento.
- Menos oportunidades laborales, o para participar en actividades escolares o sociales, o problemas para encontrar una vivienda.
- Hostigamiento, violencia física o acoso.
- Un seguro médico que no cubre adecuadamente el tratamiento de la enfermedad mental.
- La creencia de que nunca superarás ciertos desafíos o de que tu situación no mejorará.
El estigma social generalizado es un problema de todos. Y solo se conseguirá suprimir si se trata con la naturalidad que se merece y, sobre todo, con una actitud positiva. Sin tabúes.
Las familias tienen que conseguir una formación adecuada para poder enfrentarse a ese estigma social con una gran fortaleza comunicativa. Los chavales se merecen muchas explicaciones y hay que dárselas y apoyarles.
Si los padres no están preparados para contestar a sus preguntas o las ocultan a sus compañeros… seguirán estigmatizándolas. Hay que buscar la normalización y la mejora de la calidad de vida de los chavales que sufren el estigma social en la escuela.
A los niños hay que explicarles el porqué de los apoyos y adaptaciones metodológicas necesarias, para que puedan llevar una vida normalizada en la escuela.
¿Cómo afrontar un estigma social sobre una diferencia física o mental?
- Habla con padres que estén en la misma situación. Si no conoces a ninguno, quizás te puedas poner en contacto con alguna asociación de tu ciudad.
- Se claro y directo cuando hables con otras personas o padres. No deberías ocultarlo, hay evitar que surjan malos entendidos o tensiones.
- Colabora estrechamente con los profesores de tu hijo. La comunicación y la ayuda que os prestéis los unos a los otros servirán para obtener mejores resultados.
- Habla con tu hijo sobre esa diferencia. Quizás le puedas dar algunas ideas para que hable con otros niños.
- Ayuda a tu hijo a comprender cómo perciben otras personas esa diferencia, para que le cueste menos asimilar los comentarios negativos y se reduzcan potencialmente.
- Procura compensar con comentarios positivos los comentarios negativosque recibe por sistema en el colegio o en otros entornos.
La estigmatización escolar produce heridas profundas en la psique del alumno. La escuela debe ser formadora de confianza, de autoestima y de valorización personal. Para que cuando el alumno llegue al mundo adulto esté preparado para enfrentar los prejuicios y las discriminaciones que se encuentre. Afrontando como una persona digna y valiosa.
Por el contrario, si existe una desvaloración social, será difícil que no se acostumbre a la frustración y a la idea de que es imposible luchar contra un sistema injusto y solo para pocos.