Jugar al aire libre es una de las actividades preferidas por los niños, sobre todo a partir de los dos años, cuando empiezan a adquirir autonomía e investigar por su cuenta. Para ellos la palabra “parque” viene a ser algo mágico, ya que pueden relacionarse con un montón de niños, practican nuevas habilidades, juegan, corren, etc. Por eso es importante este decálogo de cómo cuidar mi parque.
En general, para que un parque urbano cumpla mínimamente las normas adecuadas. Debe estar a más de 30 metros del tráfico y tiene que estar vallado para que nuestros hijos no puedan acceder a la calzada. No puede circular ningún tipo de vehículo, ni tan siquiera bicicletas o patinetes. El suelo del parque debe ser de material blando para amortiguar el golpe en caso de caída, la arena tiene que estar removida y limpia. Los columpios, toboganes y balancines tienen que estar fabricados con materiales que no sean tóxicos. Y mucho menos conductores de electricidad, que no desprendan astillas o restos que puedan infringir algún daño a nuestros hijos.
Es importante que los niños, ya sea en las escuelas o en sus casas, reciban una buena educación ambiental. De esta manera podrán conocer más de la situación que tenemos en nuestro planeta y contribuyan con su ayuda. Por ello hemos creado este decálogo para aportar ideas que deberíamos cumplir todas las personas.
El decálogo de cómo cuidar mi parque
Utiliza las papeleras.
Es de sentido común tirar los desperdicios a las papeleras, pero si estas están llenas, guardarlo para más tarde o busca otra papelera adyacente.
Respetar el mobiliario urbano.
Las instalaciones (bancos, mesas, fuentes…) son de todos, por ello debemos cuidarlas y no estropearlas.
Cuidar las áreas verdes.
Respetar los jardines y los parques, no arrancar las plantas y respetar a los animales, son seres vivos.
Las Mascotas.
Procura que tus mascotas utilicen los pipicanes (zonas específicas para las mascotas) y, si no es así, recoge siempre sus excrementos. Siempre deberán ir atados salvo en los horarios establecidos o en zonas determinadas.
Zonas de ruedas y de juegos.
Haz uso de bicicletas, patines o balones en las zonas reservadas para ello. Asegúrate que los niños usan los juegos infantiles de forma adecuada y segura.
No alimentes a los animales.
Del parque para evitar su desequilibrio alimentario y su proliferación.
Contribuir a la convivencia.
Un ambiente agradable y pacífico empieza por uno mismo, Así que debemos:
- Respetar a los demás visitantes del parque.
- Usar aparatos de sonido con volumen bajo.
- Denuncia a la policía cualquier acto delictivo que observes en el parque.
Avisar de los desperfectos.
Comunica a los servicios municipales cualquier incidencia que detectes (pintadas, animales sueltos, averías en fuentes…). Si encuentras algún desperfecto o rotura en los elementos de juego, avisa a tu Ayuntamiento para que puedan subsanarlo.
Centros de Educación Ambiental.
Sus objetivos son el de promover entre los ciudadanos comportamientos y actitudes respetuosos y de compromiso con el uso sostenible. Además de la mejora de las zonas verdes urbanas e informar sobre las posibilidades de uso y las actividades que desarrollen.
¡Participa!
Sé una persona activa ambientalmente y promueve acciones que vayan en beneficio del planeta, ganamos todos. Comparte el decálogo de cómo cuidar mi parque.
1 comentario en «DECÁLOGO DE CÓMO CUIDAR MI PARQUE»
Me ha gustado mucho el articulo. Hay que respetar siempre las zonas públicas para que todos podamos disfrutar de ellas. El mantenimiento de estos parques debe de estar siempre impecable para poder usarlos de manera segura.