Ser bilingües en casa para muchos es un reto, pero si lo vemos con otros ojos puede ser una actividad en familia súper divertida. Con pequeñas acciones se pueden crear verdaderas ganas de aprender idiomas, con todos los aspectos positivos que eso conlleva.
Además así es la excusa perfecta para que no se les oxide el segundo idioma a los adultos. Porque a veces al no tener situaciones para practicar el idioma se llega a perder la soltura. Por eso hoy os traemos 7 tips para ser bilingües en casa…3,2,1… let’s go!!!
Actitud grupal de aprendizaje
Lo primero y más importante: la actitud de los progenitores, qué son los que van a proponer el bilingüismo en un primer momento. Además ser una familia bilingüe tiene muchas ventajas y ninguna desventaja, así que hoy puede ser el primer día. Promover una actividad educativa en familia es sinónimo de buena salud en la estructura.
Películas y series en V.O.S.
Inculcar desde pequeños el ver las películas y series en su propio idioma es la mejor opción para educar el oído. Cada idioma tiene su musicalidad y su tono, ayudará mucho para trabajar el acento y la fluidez. Además, se puede aprender frases coloquiales, que se usan más en el día a día y a lo mejor en clase no se trabajan. Ya casi todos los canales dan la opción de cambiar el idioma y añadir subtítulos, también hay sesiones de cine especiales, no hay excusas.
Leer libros y cuentos
Leer en otro idioma nos ayuda a comprender e integrar mejor la gramática, a fijar el vocabulario y los tecnicismos de los que se esté hablando. Por ello se puede empezar con pequeños cuentos y libros e ir añadiendo dificultad en función de la edad y destreza con el idioma.
Jugamos en el idioma
Desde juegos de mesa donde haya que trabajar vocabulario a una sesión de lego en otro idioma, todo es posible: imaginación al poder. La más importante es la creatividad de los padres a la hora de proponer el juego y disfrutar de estos tiempos en familia.
Conversación/vocabulario
Esta sería la actividad que se ajusta más al estudio del idioma. Marcar un día, un tipo de actividad que se realice en el segundo idioma. Así como trabajar vocabulario dejando notas en casa, por ejemplo nombre de muebles, de alimentos…
Viajar a los países que tienen ese idioma como materno
Podemos aprovechar las vacaciones de verano para hacer turismo y conocer el país o países donde se habla ese idioma. Además es la mejor manera de chequear el nivel. Y ver cómo de bien ha ido el año con todas las actividades bilingües que se han hecho en casa.
Cocinar platos típicos.
Conocer un idioma también implica conocer su cultura y dentro de ésta: la gastronomía. Seáis o no muy cocinillas podéis realizar en familia sencillas recetas para conocer los gustos, sabores y productos de la zona.
Como veis son sencillas acciones que pueden hacer que los más pequeños sean bilingües dentro y fuera de casa.
